Hace algunos meses llegó a la clínica una mujer de 36 años que contaba, angustiada, su problema. Sufría grandes dolores de cabeza así como un fuerte dolor menstrual. La medicina le dio soluciones paliativas (no están destinadas a solucionar el problema en sí sino a 'paliar' o calmar los síntomas de la misma) que no funcionaron como deberían y ella continuó con su sufrimiento durante 20 años.
Cada caso nuevo que aparece en la clínica de pacientes a los que la quiropráctica les ha ofrecido una solución a su problema reafirma el estatus de la quiropráctica como alternativa sanitaria necesaria. Sería conveniente que, como tal, se nos diera un espacio en la sanidad pública española.
No es la única
Muchas son las personas hoy en día que sufren grandes dolores de cabeza o desajustes hormonales que producen grandes dolores al paciente y en casos como estos la medicina apenas puede hacer nada. El procedimiento médico habitual es paliativo, es decir, intentar atenuar el dolor, pero si el problema del paciente radica en el estilo de vida que se ve obligado a llevar y a su entorno, difícilmente va a poder soportar esa carga médica durante toda su vida. El organismo, además, se acostumbra a la presencia de los medicamentos en nuestro cuerpo y deja de producir de forma natural la defensa a las diferentes enfermedades o dolencias. Esto ocurre de forma progresiva, lentamente, pero nos debilita en capacidad de reacción ante un mal físico o mental.
La paciente, que prefiere no mostrar a cámara su rostro, nos habló sobre su testimonio. Testimonio que recojo en este vídeo y que espero que sirva para animar a quien se sienta identificada a acudir a mí consulta.
Llega la recompensa
La satisfacción en este trabajo viene cuando la paciente, con alegría, recomienda a todas las personas que pasen por una situación parecida acudir a un centro de quiropráctica. Mi trabajo funciona por el boca a boca, así, cuando ayudo a otras personas, también ayudo a que más personas conozcan la quiropráctica y pueda tratar su problema.
Uno mismo se decide a llevar un estilo de vida sana por el agradecimiento que su cuerpo le hace, por el beneficio que esto le aporta en su día a día. El hecho de que una paciente le agradezca haber realizado su trabajo con normalidad a un seguidor fiel del estilo de vida sano es algo que, por qué no decirlo, es muy saludable.
Esta paciente cuenta como antes de conocer la quiropráctica contaba los días que le faltaban para pasar el periodo. Es un orgullo para mí haber estado ahí para cambiar su vida.
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