¿Cómo son vistos los quiroprácticos en Estados Unidos?

El peso de la industria

La mayoría de los profesionales ejercen su trabajo de manera intachable. Dicho esto, y sin querer criticar a los profesionales médicos, si es cierto que existe un sistema que crea una actitud en algunos médicos que no es para nada buena. Ni mucho menos es "científica".

Empecemos hablando de la formación. Un médico no puede trabajar con 60 años con el conocimiento médico que adquirió a los 20. Si esto fuera así muchos de los profesionales que nos tratan hoy en día estarían utilizando aplicaciones médicas que se utilizaban en la dictadura española. Las cosas cambian y los profesionales médicos tienen necesidad de actualizarse y mantenerse informados.

¿Dónde lo hacen? ¿Quién paga esos encuentros? ¿Paga el seguro la formación de los ya profesionales?

Los profesionales de la medicina se reúnen en grandes congresos en los que son informados. Los que les informan son, en muchos casos, los propios patrocinadores de los eventos. Se trata de empresas de la industria farmacéutica que tratan de ofrecer su producto al mercado. Hablamos de pastillas, medicamentos que son creados en grandes laboratorios. La manera que tienen de vender más medicamentos, que al fin y al cabo es su objetivo, es informando a médicos de los beneficios de la pastilla de una marca concreta. Es decir, que la mayoría de la información que reciben los médicos tiene intereses comerciales y esto puede suponer un conflicto de interés.

A veces incluso, son estos grandes laboratorios los que promulgan investigaciones, con una consecuencia. 

Se habla de entre un 2000% y un 3000% más de posibilidades que tiene un estudio de resultar positivo cuando es financiado por la industria farmacéutica.

La profesionalidad

Esta situación es un caldo de cultivo perfecto para que puedan aparecer profesionales de la medicina que se acomodan en el confort que les ofrece la política de la industria farmacéutica. Ese mensaje que les dice que su profesión es la única válida en el campo de la salud, que son ellos los que tienen que supervisar el trabajo de un fisioterapeuta, cuando en realidad desconocen por completo su trabajo (menos aun sobre la quiropráctica), y que su labor a veces puede resultar más sencilla sólo teniendo que recetar, lo que toca recetar cuando un paciente se queja de un problema.

También existen, y es cierto, profesionales de la medicina, que además de desempeñar perfectamente su labor son conscientes del entorno. Es decir, los profesionales deben saber hasta donde llega su campo de acción. Un quiropráctico no debe entorpecer el trabajo de un médico cuando un paciente sufra un infarto. De la misma manera el médico debe tener la humildad para reconocer que las opciones que ofrece la medicina para tratar dolores son muy deficientes.

Los estudios demuestran que la quiropráctica es mucho más efectiva a la hora de tratar dolor de cuello, espalda o cabeza que los calmantes que recetan los médicos.

Es responsabilidad de cada uno conocer donde empieza su trabajo y hasta donde es capaz de llegar. A eso se le llama profesionalidad.

Conclusión

Me gustaría dejar unas palabras del Dr. Jacob Teitelbaum para terminar: "Creo que el público disfrutaría de un mejor servicio al poner fin al monopolio de las industrias médicas que controlan nuestro sistema sanitario. El público debería de mirar los datos científicos en vez de las declaraciones dogmáticas de los médicos. Decir a día de hoy que no hay investigación que respalde la quiropráctica es una afirmación pobre, errónea y nada científica. En Estados Unidos se deberían aumentar los derechos de otras ramas de la atención médica e incorporarlos al paraguas del seguro médico. Un ejemplo de esto es la naturopatía, disciplina mucho más efectiva que la medicina en diversas áreas."

Fuente: Jacob Teitelbaum,
quora.com