En mi consulta acostumbro a ver a muchos niños. Muchos de ellos no tienen síntomas de ninguna enfermedad ni trastorno relacionado con su columna. Sus padres simplemente entienden que si a ellos les viene bien, también les viene bien a sus hijos.
Recientemente, de hecho, hemos podido observar un nuevo estudio que habla sobre el beneficio de la quiropráctica en los pequeños.
Aumentar la calidad de vida
El estudio habla sobre la calidad de vida. Afirma que los niños que son sometidos a cuidados quiroprácticos tienen mejor calidad de vida. ¿Y a qué nos referimos cuando hablamos de la calidad de vida? No estamos sólo hablando de la salud física. Este estudio demuestra que el tratamiento quiropráctico hace que el niño tenga menos depresión, cansancio, ansiedad y dolores y aumente su energía.
Esto ocurre así gracias a la correlación entre los distintos sistemas que componen nuestra salud.
Si quieres saber más sobre este tema puedes leer mi artículo sobre los tipos de estrés que sufre una persona.
No esperes a tener síntomas
Cualquier persona en cualquier circunstancia puede verse beneficiada por la quiropráctica. No hace falta esperar a que los hijos sufran un dolor para buscar ayuda profesional. Si sufren un problema, como podría pasar con los casos de escoliosis, puedes traerlo para ayudarle a mejorar. Sin embargo, el tratamiento quiropráctico puede beneficiar a su futuro.
La edad tampoco importa. He visto niños con dos días de vida con los que el quiropráctico es capaz de trabajar. Esto se debe a que no se le ofrece el mismo tratamiento a una persona adulta que a un niño. El trabajo del quiropráctico se adapta al cuerpo y necesidades del paciente para que sea efectivo, seguro y pueda mejorar su calidad de vida independientemente de quién sea.
¡La próxima vez que vengas a la consulta no dudes en traer a tu hijo/a para hacerle un chequeo!
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