Las mujeres embarazadas presentan molestias de espalda, específicamente en la zona lumbar por los cambios posturales durante el embarazo. La quiropráctica para embarazadas ayudan a mantener la flexibilidad y el dinamismo de la columna, mejorando su bienestar general y facilitando el parto.
La misión: un parto saludable
Durante esta época, el ejercicio, mejora los hábitos posturales y la quiropráctica son la mejor combinación para tener un embarazo saludable.
Sufrir dolores de espalda durante el embarazo es algo habitual, sin embargo, las mujeres embarazas tienden a asumir este dolor como algo inevitable y no toman medidas para aliviarlo. La quiropráctica, unida a unos hábitos posturales que se adapten a los cambios en nuestro cuerpo, ayuda a prevenir estos dolores y a paliarlos.
Además de prevenir los dolores, la quiropráctica ayuda a las embarazadas a conseguir una mayor flexibilidad a la columna. Por ello recomiendo visitar al especialista tanto antes de la gestación como después. Y es que la quiropráctica va mucho más allá y busca restaurar la función nerviosa del paciente para mejorar la comunicación de su cuerpo y mente, y lograr un estado de salud óptimo.
Tras el parto, los ajustes quiroprácticos siguen siendo de gran utilidad para conseguir una correcta y total recuperación.
Diversos estudios están analizando los efectos de la quiropráctica entorno al embarazo. Un estudio realizado en Nueva York demostró que el 91% de las embarazadas estudiadas habían conseguido aliviar el dolor lumbar provocado como causa del embarazo y se habían eliminado los signos subluxación sacroilíaca.
Si quiere saber más sobre cómo la quiropráctica puede ayudarle a llevar un embarazo más saludable, no dude en consultarnos y resolveremos todas sus dudas.
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